verano

En verano, llegan días soleados y un tiempo de reposo, para algunos, del trabajo y el estudio.

Personalmente, disfruto cada estación reconociendo que cada temporada tiene algo único que brindarnos.  


Todos los veranos, tenemos el privilegio de salir a pasear con mi familia a conocer y recorrer lugares súper mágicos; de ir a la playa y disfrutar de paisajes únicos; y aunque este verano nos hemos quedado en casa, aún así disfruto y agradezco por el sol que sale más seguido y sus beneficios. El sol nos proporciona vitamina D que es tan buena para fortalecer el sistema inmune, reducir el estrés, tener huesos más fuertes, mejorar el sueño, y un sin número de más beneficios.


En este tiempo, agradezco el poder disfrutar del calorcito después de haber pasado por un largo y frío invierno.  y así como las estaciones cambian de frío a calor, los seres humanos experimentamos tiempos de tristeza y gozo durante este recorrido por la vida.  Sé que aún cuando pasamos por pruebas, DIOS siempre está en medio. y es durante esos tiempos difíciles donde se fortalece nuestra perseverancia y nuestro carácter y aprendemos a apreciar aún más los detalles que nos rodean, a entender que la fe es creer en eso que no vemos pero que sentimos, a valorar cada instante y a ser más agradecidos por cada una de las bendiciones que DIOS nos regala a diario.  así que por muy frío y nublado que sea, esta estación me recuerda que después de un largo invierno, siempre llegará el verano que trae consigo el calor y el brillo del sol. 


Vivimos en una sociedad en donde la rutina acelerada consume a los seres humanos a diario.  así que es importante reconocer que se debe tomar pasos necesarios de balance que permitan detenernos un poco, pues todos, necesitamos de ese tiempo de reposo que nos reconforta y nos recarga de energía para seguir avanzando.



Donde vivo, las temperaturas de verano pueden alcanzar los 40C y en esos días, por mucho que se disfrute del verano,  es aconsejable estar refrescados.  y esto me recuerda que así como físicamente necesitamos refrescarnos, también es necesario refrescarnos espiritualmente:  así como el agua es alivio para la sed,  así mismo es Jesús para nuestra sed espiritual.


como seres humanos, nuestro anhelo por DIOS es como la sed de un ciervo en el desierto que si intentamos llenar con pozos de agua estancada, nunca saciarán nuestra sed.  


sólo Jesús nos ofrece esa agua viva de manantial que nos satisface.  pues Él nos recuerda en su palabra que si alguno tiene sed que vaya a Él y de Él beba Juan 7:37 y que el que beba de Él no tendrá sed jamás Juan 4:14  y nos dice que de los que crean en Él brotarán ríos de agua viva.


Hoy comparto este mensaje que nos recuerde que en medio de la rutina y el ajetreo, es necesario detenernos un poco y tomarnos un tiempo de reflexión donde podamos hablar con DIOS.  pues en Él encontramos nuestro verdadero reposo, el propósito de nuestro existir, nuestra fuente de agua viva que quita la sed, nuestra salvación eterna, el gozo de vivir y el verdadero amor que sana corazones. 


y recordar lo importante que es ser conscientes y agradecidos con los detalles que DIOS nos regala a diario.







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